Relato de usuario anonimo

Un testimonio anónimo en el que una persona relata cómo su propio departamento comenzó a sentirse extraño sin una razón aparente. Sonidos, sensaciones y detalles imposibles de explicar convirtieron un lugar cotidiano en una fuente constante de inquietud. Una historia que no busca convencer, solo ser contada. Haz click para leer

HISTORIAS Y RELATOS

12/29/20251 min read

person face
person face

No sé exactamente cuándo empezó, solo sé que desde entonces ya no me siento solo en mi propia casa.

Vivo en un departamento pequeño, nada antiguo ni “embrujado”. Es un edificio normal, de esos donde todos se conocen de vista y nadie cree en cosas raras. Por eso al principio me convencí de que era estrés.

La primera vez fue un domingo por la noche. Estaba viendo el celular en la cama cuando escuché que alguien movió una silla en la cocina. No fue un golpe fuerte, fue ese sonido seco de patas arrastrándose un poco. Pensé que había sido el vecino de arriba.

Me levanté a revisar. Todo estaba en su lugar.

Durante los días siguientes empecé a notar cosas pequeñas:
la puerta del baño entreabierta cuando juraba haberla cerrado,
el espejo del pasillo con marcas como de dedos,
y una sensación constante de que alguien estaba detrás de mí.

Una noche desperté porque sentí respiración muy cerca de mi oído. No era fuerte, era lenta, húmeda. Me quedé completamente quieto, con los ojos abiertos, mirando el techo. No me atreví a moverme ni a voltear.

Después de unos segundos, la respiración se alejó.

Al día siguiente encontré algo que no pude explicar. En la puerta de mi cuarto, por la parte de adentro, había una marca en la madera, como si alguien hubiera apoyado la frente ahí durante mucho tiempo.

No invité a nadie. Nadie más vive conmigo.

Desde entonces duermo con la luz prendida. No porque crea que eso me protege, sino porque tengo miedo de volver a sentir que alguien está tan cerca… sin poder verlo.

No busco que me crean. Solo quería contar lo que me pasó, porque guardarlo me estaba volviendo loco.